
El gobierno, acorralado por los magros resultados electorales, comienza a sacrificar a algunos indeseables.
El Secretario de Transporte, Ricardo Jaime, es el primero.
La intempestiva e “indeclinable” renuncia del Secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, es un signo inequívoco de la urgencia que tiene el gobierno por modificar, aunque sea “cosméticamente”, su estructura de mando luego del golpe electoral sufrido el 28 de junio.
El cuestionadísimo, polémico y “bon vivant” Secretario de Transporte viene complicado y salpicado desde el oscuro asunto de la empresa aérea Southern Winds, incluyendo tráfico de drogas, también por el uso de aviones oficiales sin corresponderle y por ser señalado como uno de los soldados más fieles del Ministro de Planificación, Julio De Vido, a la hora de “hacer caja” para la Korona. Junto a De Vido, Guillermo Moreno (Secretario de Comercio Interior) y Daniel Cameron (Secretario de Energía), Jaime integró la nómina que Pino Solanas y los demás candidatos electos de Proyecto Sur presentaron en conferencia de prensa el 31 de junio, con el fin de solicitar sus renuncias.
El ex Secretario está a horas de ser indagado por el Juez Federal Norberto Oyarbide en relación a la causa que involucra la utilización de aeronaves oficiales.
Estamos hablando de un sector del núcleo duro del Kirchnerismo residual y aún resistente, pero que comienza a dar claras muestras de erosión. Acompañamos las declaraciones de Pino Solanas en cuanto a dejar en claro que no existe ningún compromiso o acuerdo secreto, discreto o público con el oficialismo para llegar a alguna alianza en el ámbito legislativo. Y celebramos la renuncia de Jaime, teniendo en cuenta que nuestros referentes de la Alianza Proyecto Sur, a través de estas acciones, confirman su nuevo rol como un importante bloque legislativo y político que velará por los intereses populares.
La intempestiva e “indeclinable” renuncia del Secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, es un signo inequívoco de la urgencia que tiene el gobierno por modificar, aunque sea “cosméticamente”, su estructura de mando luego del golpe electoral sufrido el 28 de junio.
El cuestionadísimo, polémico y “bon vivant” Secretario de Transporte viene complicado y salpicado desde el oscuro asunto de la empresa aérea Southern Winds, incluyendo tráfico de drogas, también por el uso de aviones oficiales sin corresponderle y por ser señalado como uno de los soldados más fieles del Ministro de Planificación, Julio De Vido, a la hora de “hacer caja” para la Korona. Junto a De Vido, Guillermo Moreno (Secretario de Comercio Interior) y Daniel Cameron (Secretario de Energía), Jaime integró la nómina que Pino Solanas y los demás candidatos electos de Proyecto Sur presentaron en conferencia de prensa el 31 de junio, con el fin de solicitar sus renuncias.
El ex Secretario está a horas de ser indagado por el Juez Federal Norberto Oyarbide en relación a la causa que involucra la utilización de aeronaves oficiales.
Estamos hablando de un sector del núcleo duro del Kirchnerismo residual y aún resistente, pero que comienza a dar claras muestras de erosión. Acompañamos las declaraciones de Pino Solanas en cuanto a dejar en claro que no existe ningún compromiso o acuerdo secreto, discreto o público con el oficialismo para llegar a alguna alianza en el ámbito legislativo. Y celebramos la renuncia de Jaime, teniendo en cuenta que nuestros referentes de la Alianza Proyecto Sur, a través de estas acciones, confirman su nuevo rol como un importante bloque legislativo y político que velará por los intereses populares.
Como dijo Pino, Proyecto Sur acompañará lo que se crea positivo acompañar en el campo legislativo, pero sin dar un “cheque en blanco” o alguna licencia para que se siga destruyendo el patrimonio nacional, saqueando los recursos naturales y continuando el modelo destructivo y neoliberal de la década pasada.
Esta primera sangre desde los espacios más cuestionados del gobierno significa una victoria para los que vienen denunciando, señalando y advirtiendo sobre una matriz anti-popular y contraria al bien común, que se basa en la lealtad mafiosa, en la lógica de la transa y el negociado y que conspira contra la emancipación total de la Argentina impulsada desde la Alianza Proyecto Sur.
Grupo Mejor Pino
Esta primera sangre desde los espacios más cuestionados del gobierno significa una victoria para los que vienen denunciando, señalando y advirtiendo sobre una matriz anti-popular y contraria al bien común, que se basa en la lealtad mafiosa, en la lógica de la transa y el negociado y que conspira contra la emancipación total de la Argentina impulsada desde la Alianza Proyecto Sur.
Grupo Mejor Pino
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